Cursando el Diplomado de Terapias de Vidas Pasadas, en el 5° módulo quise trabajar el tema –“porque me da miedo manejar en carretera”-.
Siempre que lo intentaba y de solo pensarlo sentía angustia, ansiedad y miedo, algo que no podía controlar ni entender ¿Por qué?
En esta regresión me vi manejando de noche, un carro antiguo. Iba a ver a mi madre que estaba muriendo. Yo tome el carro y sin saber manejar bien, fui.
Al poco tiempo de salir, volanteo para esquivar algo que venía de frente en el camino, y esto hace que caiga en un precipicio, no muy grande, dando vueltas en el carro.Ahí estuve en agonía, con la desesperación que sabía que iba a morir y no podría ver a mi madre en sus últimos momentos.
Siguiendo en el desarrollo de la experiencia responsable del trauma, pronuncio una frase que queda registrada en mi alma como decreto – “en otra vida llegaré a tiempo” -, y muero.
Para mi sorpresa en esta vida SÍ pude llegar para acompañar a mi madre a hacer su transición, y así se cerró un ciclo con mi madrecita.
Lo más maravilloso de sanar las heridas del alma lo comprobé al día siguiente cuando tuve, de urgencia, que manejar en carretera y mi sorpresa fue que “ya no sentía la angustia, el miedo, el dolor de estómago que me provocaba de solo pensar en manejar en carretera”, y estoy feliz porque ya lo puedo hacer y disfruto el conducir el carro.
Esto comprueba como recuerdos traumáticos del alma, de experiencias pasadas, se reflejan en esta vida, en el aquí y el ahora, y te impiden SER.
Lolis M.Metepec, Edo. de México (Primavera 2016)
Cursando el Diplomado de Terapias de Vidas Pasadas, en el 5° módulo quise trabajar el tema –“porque me da miedo manejar en carretera”-.
Siempre que lo intentaba y de solo pensarlo sentía angustia, ansiedad y miedo, algo que no podía controlar ni entender ¿Por qué?
En esta regresión me vi manejando de noche, un carro antiguo. Iba a ver a mi madre que estaba muriendo. Yo tome el carro y sin saber manejar bien, fui.
Al poco tiempo de salir, volanteo para esquivar algo que venía de frente en el camino, y esto hace que caiga en un precipicio, no muy grande, dando vueltas en el carro.Ahí estuve en agonía, con la desesperación que sabía que iba a morir y no podría ver a mi madre en sus últimos momentos.
Siguiendo en el desarrollo de la experiencia responsable del trauma, pronuncio una frase que queda registrada en mi alma como decreto – “en otra vida llegaré a tiempo” -, y muero.
Para mi sorpresa en esta vida SÍ pude llegar para acompañar a mi madre a hacer su transición, y así se cerró un ciclo con mi madrecita.
Lo más maravilloso de sanar las heridas del alma lo comprobé al día siguiente cuando tuve, de urgencia, que manejar en carretera y mi sorpresa fue que “ya no sentía la angustia, el miedo, el dolor de estómago que me provocaba de solo pensar en manejar en carretera”, y estoy feliz porque ya lo puedo hacer y disfruto el conducir el carro.
Esto comprueba como recuerdos traumáticos del alma, de experiencias pasadas, se reflejan en esta vida, en el aquí y el ahora, y te impiden SER.
Lolis M.Metepec, Edo. de México (Primavera 2016)
Para mí la TVP ha sido una gran herramienta para poder conectar con mi alma y descubrir el origen de sentimientos, angustias, miedos que en el día a día me afectan y que a simple vista parecen no tener explicación en algún hecho o situación de mi vida actual, de las memorias que guardo desde mi nacimiento a la fecha.
En mi primera sesión trabajé una inexplicable tristeza profunda y constante que permanentemente sentía y después de encontrar la raíz y resolverlo mediante la TVP comencé a quererme más, pude cuidar mejor de mí y se comenzaron a manifestar situaciones que me permitieron mejorar el entorno en el que vivo.
En otra sesión trabajé el porqué no podía iniciar y establecer una relación de pareja y encontré que en otra vida prometí estar por siempre con la que en ese entonces era mi mujer, lo cual en esta vida me impedía concretar una relación. Una vez resuelto esto, a la semana comencé a salir con la que hoy es mi esposa y el amor de mi vida.
Miguel Chávez
Querida Maestra
Que puedo decir de la experiencia vivida hace unas semanas. Nunca pensé encontrarme con situaciones inconclusas y con el origen de la mayoría de mis miedos. Poder confrontarlos de manera tan directa, pero sintiéndome todo el tiempo acompañada y segura de que no había posibilidad de sufrir daño alguno es sin duda una de las mejores experiencias de mi vida. Sanar mis heridas es lo que mejor que me ha pasado. Hoy soy alguien diferente y con mayor seguridad. Puedo decir lo que pienso sin temor, hoy sé que quien tiene el control soy yo. Muchas gracias.
QUE DIOS TE BENDIGA HOY Y SIEMPRE
CON CARIÑO,
PattyVillahermosa, Tabasco. Enero 2015